Día 3: Brujas - Gante

Mañana de navegación, aunque está bien lo ir viendo pasar el paisaje, la animadora ponía mucho de su parte para que nadie se aburriera, primero con los estiramientos, que es un poco de gimnasia que se realiza todas las mañanas que estamos de navegación; y luego preparando los disfraces de la fiesta pirata de la noche.


En este viaje se pasan varias exclusas, nosotros las que habíamos visto en Francia se abren como si fuera una puerta, pero aquí hay alguna que son como una guillotina y esta mañana se pasaba por una en la que tienen que desmontar la cabina del capitán.


Tras la comida ya habíamos llegado a Gante, este es el único sitio que el puerto queda lejos y te llevan y te traen en autobús, pero nada son 5 minutos.

Gante debe ser una ciudad preciosa, pero nosotros tuvimos la mala suerte de que nos tocara visitarla el día después de haber acabado las fiestas; era por la tarde y la ciudad estaba llena de escenarios por desmontar (eso es lo de menos) pero estaban todavía todos los vasos y toda la suciedad de 10 días de fiesta.






La ciudad en su estado natural tiene que ser muy bonita, los muelles Graslei y Korenlei, que son su foto más famosa, pues no estaban muy de foto; a la guía Lorena le daba mucha pena, porque le encanta la ciudad y no nos llevamos una buena imagen. La gente del grupo decía toda lo mismo, vale que hayan estado de fiestas, pero en España de buena mañana el batallón de limpieza lo deja impoluto, y si no es así siempre decimos lo mismo, esto solo pasa en España, bueno pues nosotros hemos comprobado que no es así.

Al acabar la visita guiada, teníamos medio reservado un crucero por los canales, nos apuntamos todos, el cielo estaba despejado (que ignorantes); nos subimos todos en 2 barquitos y al cabo de un rato empezaron a aparecer algunas nubes algo feas, y aquello se iba complicando por momentos, hasta que en 5 minutos cayo la de Dios; el que conducía la barca intento ponernos a refugio bajo de un puente, pero la barca era demasiado grande y no cabía entera, así que continuo hasta su zona de embarque y fue llegar y parar, que tiempo el de aquella zona.





A pesar de esto, unos cuantos decidimos quedarnos a cenar y volver luego en taxi. Paseamos un poco más, tomamos algo, no vamos a mentir otra cerveza, y luego ya fuimos a buscar sitio para cenar, pero estaba todo lleno y como no queríamos que se nos hiciera tarde al final acabamos al Pizza Hut.

Después fuimos a dar una vuelta para ver lo más representativo de la ciudad iluminado. Y ya nos fuimos a buscar un taxi; era curioso que durante el día no se viera casi ninguno e incluso las paradas estaban vacías, pero por la noche ibas a la parada y no tenías problemas. Como éramos 6 personas le preguntamos a un taxista si nos podía llamar a uno grande, y en unos minutos allí teníamos una Mercedes Vito, el trayecto nos costó 12 €; durante la tarde les habíamos preguntado a las guías y ya nos habían dicho que costaba eso y que habían taxis grandes; incluso nos dijeron que si teníamos problemas y no encontrábamos les llamáramos a ellas y ellas llamarían a la central para enviarnos uno donde estuviéramos. Esa era la noche que zarpábamos a las 2 de la madrugada, y no querían dejarnos en tierra.

"Tras la tempestad"

Al llegar al barco estaban en plena fiesta pirata, había buena juerguecilla por allí, y nos contaron que habían jugado a una especie de “que apostamos” que por lo visto fue muy divertido.

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